sábado, 21 de mayo de 2011

Sentimientos

Somos solo personas. Un haz de vida sobre esta tierra inerte. No significamos nada para esta sociedad, simplemente somos un número. Podemos pensar en lo mal que lo estarán pasando otras personas menos afortunadas que nosotros en lugares lejanos y sin importancia para muchos, pero ¿de que nos sirve? De nada. El pensar en su sufrimiento solo hace que nos sintamos peor con nosotros mismos y que nos cubra esa impotencia presente al querer poner remedio a algo que sabemos que no está a nuestro alcance.
¿De qué sirve pensar en ello si no se puede hacer nada?
Es bueno pensar en posibles soluciones, que no se llevarán a cabo por la falta de medios y sobre todo por el dinero, ese trozo de papel al que todos vivimos atados. Pero el humano es un ser racional, tenemos que soñar, imaginar. A veces es bueno perderse uno en su propio mundo refugiado en sus vicios o hobbies, porque así el mundo parecerá menos malo. Es mejor vivir soñando que vivir atado a las necesidades y costumbres de una cruel sociedad.
Dicen que el progreso es bueno, y yo como un inútil miembro de esta sociedad me lo creo. La educación es el progreso, dicen. Si la educación consiste en aprender cosas que a los dos días has olvidado, vaya mierda de progreso. Educación sin esencia carente del: ¿por qué? ¿Para qué? Simplemente aprender por aprender, sin más.
La vida es algo más que números y letras, se compone de sensaciones, emociones, sentimientos… Muchas veces cobran más importancia que el vivir con todas las comodidades y lujos posibles.
La vida es lo que es, cada uno debe aprovechar la suya propia al máximo, exprimir cada momento de felicidad y evitar momentos de tristeza. Siempre valorando los buenos momentos que pasamos con personas increíbles, porque si eso no lo aprovechamos, no lo valoramos, no nos quedará nada, únicamente soledad y tristeza…



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