La duda, perdemos u montón de tiempo dedicado a la incertidumbre, ¿para qué? Al final no sirve de nada, todo ese tiempo perdido lo podrías haber invertido en arriesgarte.  No dudes, solo actúa.

Es imposible, me dices, y yo te respondo con una pregunta: ¿seguro? Lo imposible es que no tenga arreglo, pocas cosas hay en la vida sin solución. Eso sí, a la gente le gusta que le den todo hecho, mientras sin darse cuenta su cerebro va envejeciendo debido a la falta de uso, todos hemos esperado alguna vez a que nos lo den hecho, es lo más fácil. Todo el mundo se rige por la ley del mínimo esfuerzo, esperar a que te lo den todo hecho y que todo llegue a ti y si es imprescindible el esfuerzo se lleva a cabo con desgana. Todos excepto el que va más allá, el que quiere saber algo nuevo, quiere aprender si se equivoca, el ambicioso, el que buscan superarse, el que quiere solo el progreso, aquel que llegará  lejos, conseguirá todo lo que se proponga, aquel que destina todos sus medios pare conseguir sus metas, que se cae y se levanta con más fuerza, que retrocede solo para coger impulso, aquel que le hecha un par de huevos a la vida y que quiere lo mejor para los suyos. Muchas veces no se valora su trabajo, pero quién se da cuenta de ello es capaz de quitarse el sombrero y aplaudir sus méritos. Intenta no buscar siempre tu propio beneficio y enriquecimiento porque te acabarás encontrando con un muro infranqueable y cuando te des la vuelta para retroceder  te encontrarás con que todos te dan la espalda y estarás en un callejón sin salida. Date cuenta que como trates tú, espera ser tratado de igual manera. Por tanto  lo mejor que puedes hacer es preocuparte y darte cuenta de lo que haces. Ten cuidado, escucha, mira siempre con quien hablas, cada persona es un mundo, piensa, puedes hacer daño, si te importa esa persona solo cuida tus palabras. Has cometido errores, vale, pero aprende de ellos para levantarte y no pasar ni una la próxima vez. Porque si el error ha sido demasiado grave y quieres solucionarlo, te lo tendrás que currar mucho, a veces sin éxito, pero si eres recurrente posiblemente lo consigas. Demuestra de lo que eres capaz, demuestra quién eres, lo que quieres conseguir y solo así conseguirás que el resto cambie un poco su visión de ti, ya no será igual que antes pero lo puedes considerar como una segunda y posiblemente última oportunidad.

Presos de la lujuria, esclavos de lo exótico, ansias de placer, rechazo del convencionalismo, interés por lo nuevo, curiosidad por lo extravagante, obediencia al consumismo, angustia por la rutina, tendencia a la originalidad, sumisión a las modas, desviación de lo general.

Por emoción enmudecemos, la ilusión es algo perseguido, la melancolía nos ronda, enamorados de la pasión, estrés por la constancia, envidia de lo superior, miedo a la soledad, fidelidad a la esperanza, búsqueda de libertad.

Es una extraña sensación difícil de describir, nunca antes la había experimentado. Es una sensación de rareza, inquietud, descontento o angustia sin razón, o puede que la haya pero no estoy seguro de saber cuál es. ¿Por qué no podemos elegir cuando ser felices? ¿Por qué es tan difícil estar siempre bien? ¿Por qué la vida es tan poco justa? Yo solo quiero ser feliz y sentirme bien conmigo mismo, pero a veces no es fácil. Esta vida es lo más grande y no nos damos cuenta, tenemos que exprimir cada minuto que pasamos con buenas personas, la vida no es eterna. A todo el mundo le preocupan ciertas cosas en las que constantemente piensa, cosas que si no las pensáramos no sería lo mismo. ¿Qué cuál es la sensación? Creo que ya lo sé, es el miedo. Miedo al fracaso o al rechazo, a ser un payaso. Miedo al desprecio o a la soledad. Miedo a competir, a ganar o a perder, a la nostalgia o a caer. Miedo a la decepción, a no encontrar solución, miedo al ver que no es como pensabas, es lo que ignorabas. Miedo a la suerte, a la vida o a la muerte. Miedo a depender de otra persona. Miedo al avance o al retroceso, miedo al progreso. Miedo al dolor, a la realidad, al crecimiento, a la tristeza o al sentimiento. Miedo cuando veo que ni mi alma lo controla. No hay más miedo que el que se siente cuando no sientes nada. Miedo, tengo miedo, no hay más miedo que acostarme y levantarme completamente inseguro.

Sabes bien lo que pasó pero no quieres hablar de ello, porque no te apetece, no te interesa o porque no quieres recordarlo, pero pasó. Quieres hacernos creer que no te acuerdas pero sigue en tu mente, para bien o para mal, con más o menos intensidad está ahí. Nada tiene de malo hablar las cosas, a veces es lo mejor para desahogarse y expresar sentimientos pero nos lo guardamos pensando que es lo mejor y no es así. La soledad no es lo mejor si quieres vivir feliz. Si mueres solo nadie te recordará ¿demasiado triste no crees? Todo lo que hiciste en tu vida por malo o bueno que fuera se irá contigo y nadie sabrá de tus logros o hazañas por escasos que fueran. Tienes tu forma de ser, lo sé, pero compartir no es algo malo ni mucho menos. ¿Tienes miedo a que se rían de ti? Eso es absurdo, solo tienes que saber bien a quien se lo cuentas y confiar bien en esa persona, no es muy difícil.

Todo y nada

Buscamos imposibles. Queremos hacerlo y no nos atrevemos, queremos ganar sin apenas jugar, resultados sin posibles soluciones. Queremos satisfacción, felicidad, alejarnos del miedo, del fracaso. Queremos amor, diversión o placer pero no queremos esfuerzo ni trabajo, lo queremos todo y que sea ya. Queremos volar alto sin que nadie nos tire, no queremos caer nunca por miedo a levantarnos. Queremos lo que es superior a nosotros, no luchamos, no pensamos, actuamos. Lo perdemos, abandonamos, desistimos, decaemos. No hay segundas oportunidades, todo o nada, nada y todo. La partida está acabada, queremos volver a empezar y no podemos, no tenemos lo necesario, o quizás lo tenemos y no lo aprecian. Puede que hayas cambiado, que hayas mejorado, que hayas madurado o que simplemente hayas aprendido de tus errores, solo en tu interior, para el resto eres el mismo de siempre, el mismo que no escuchaba y solo pensaba en si mismo.

Bienvenido al reino de lo absurdo

Vivo en el reino de la confusión, donde la vida es solo ilusión, reino de engaños mentiras y traición.
El lenguaje de palacio aburre al necio, ¿quien le quita la razón al que la impone por la fuerza?
Aquí la profesión mejor pagada es dar patadas a un balón.
El país que vela por la paz mundial es el que más armas vende.
En este reino manda el marketing y vale todo, podrás vender un calcetín a precio de oro si encuentras el modo.
Aquí importa la fachada no se mira el interior.
Verás un dedo acusador si fumas plantas naturales y mientras venden droga etílica en todos los bares.
Dios tiene dos nombres uno es dólar y otro es euro.

Ingenuidad

“La ingenuidad equivale a un sueño lleno de regalos” dijo Manuel Vicent en un artículo del diario “el País”.

En el fondo todos buscamos esa ingenuidad que nos hace confiar plenamente en algo o alguien, sin preguntarse el porqué.

Cuando somos pequeños, esa inocencia infantil es la más característica, esa que hace que la noche del 5 de enero nos vayamos a la cama confiando en que al día siguiente, esos tres reyes magos en los que creíamos nos hubieran dejado un regalo. Pero esa felicidad se vio truncada cuando un niño resabiado nos cuenta la verdad, esa es una de nuestras primeras caídas.

A medida que crecemos, vamos cayendo más veces en nuestro camino de la vida, pero son esas caídas las que nos hacen más fuertes y hacen que cada vez desconfiemos más y más en los demás, y que nos veamos obligados a comprobar las cosas.

Pero dentro de esa desconfianza “adulta” podemos confiar plenamente en personas que nos han demostrado que son de verdad y no nos han dado motivos para su desconfianza.

A veces la ingenuidad nos hace falsamente felices. A pesar de saber la verdadera realidad, queremos refugiarnos en nuestro mundo en el que queremos que todo sea favorable, es decir vivir en ese “sueño lleno de regalos” citado al principio.

“Miénteme, dime que me quieres” le suplicó Joan Crawford a Sterling Hayden en la película Johnny Guitar. Miénteme y dime que a pesar de los malos tiempos que corren, no acabaré agachando la cabeza y tragando al final con todo, sonriendo a los poderosos imbéciles e infelices y dando la razón a los que siempre se la quité.

¿Para que mentir? ¿Para que engañarse y rechazar la realidad?

A veces ese engaño nos hace felices pero también se puede ser feliz afrontando la realidad de manera que cada uno la haga subjetiva en función de sus gustos, opiniones o pensamientos.

Sentimientos

Somos solo personas. Un haz de vida sobre esta tierra inerte. No significamos nada para esta sociedad, simplemente somos un número. Podemos pensar en lo mal que lo estarán pasando otras personas menos afortunadas que nosotros en lugares lejanos y sin importancia para muchos, pero ¿de que nos sirve? De nada. El pensar en su sufrimiento solo hace que nos sintamos peor con nosotros mismos y que nos cubra esa impotencia presente al querer poner remedio a algo que sabemos que no está a nuestro alcance.

¿De qué sirve pensar en ello si no se puede hacer nada?

Es bueno pensar en posibles soluciones, que no se llevarán a cabo por la falta de medios y sobre todo por el dinero, ese trozo de papel al que todos vivimos atados. Pero el humano es un ser racional, tenemos que soñar, imaginar. A veces es bueno perderse uno en su propio mundo refugiado en sus vicios o hobbies, porque así el mundo parecerá menos malo. Es mejor vivir soñando que vivir atado a las necesidades y costumbres de una cruel sociedad.

Dicen que el progreso es bueno, y yo como un inútil miembro de esta sociedad me lo creo. La educación es el progreso, dicen. Si la educación consiste en aprender cosas que a los dos días has olvidado, vaya mierda de progreso. Educación sin esencia carente del: ¿por qué? ¿Para qué? Simplemente aprender por aprender, sin más.

La vida es algo más que números y letras, se compone de sensaciones, emociones, sentimientos… Muchas veces cobran más importancia que el vivir con todas las comodidades y lujos posibles.

La vida es lo que es, cada uno debe aprovechar la suya propia al máximo, exprimir cada momento de felicidad y evitar momentos de tristeza. Siempre valorando los buenos momentos que pasamos con personas increíbles, porque si eso no lo aprovechamos, no lo valoramos, no nos quedará nada, únicamente soledad y tristeza…

Valoralo

Llego a casa y pienso, ¿lo estaré haciendo bien? O ¿simplemente soy preso de la incredulidad? A veces tus acciones pesan, seguramente  en el momento no te das cuenta pero al rato reflexionas y dices ¡JODER! Y ya tienes el día jodido, la culpa no la tiene nadie, solo la tienes tu mismo, por no saber tratar con la persona a la que te diriges. Hay momentos en los que el tiempo te da igual, el mundo exterior no es nada para ti, solo quieres estar con la persona indicada, pero menuda mierda si luego no sabes como tratarla. En estos momentos me gusta recordar mis tiempos de infancia e inocencia, donde todo daba igual, un balón, un par de amigos... poco más te hacia falta para pasar un buen rato. Tenias tus enfados con ellos pero al día siguiente se habían esfumado. Había veces que con la presencia de un colega pasabas el rato, jugando por ejemplo al escondite. Aunque no lo parezca hoy en día seguimos jugando a ese juego aunque no sea en un parque pero estamos ciegos. Dicen que la ignorancia puede hacer feliz a la gente, pero ¿es eso verdad? ¿Puedes vivir tranquilo sin ninguna preocupación y solo pensando en uno mismo? Y dirás: NO. Pues muchas veces a todos nos nace un egocentrismo capaz de hacer que solo busquemos nuestros intereses y nuestra felicidad. Pero yo creo que la verdadera felicidad está en hacer feliz a otra persona.

Los amigos son importantes, son los que estarán allí pase lo que pase, y si no están es que no son verdaderos amigos, muchas veces te dan lo necesario para andar en línea recta. Por eso hoy me doy cuenta y digo que lo que tengo no es poco.

Llorar por un suspenso quizás sea un regalo, pero llorar por alguien que sube al cielo… eso si es un palo. A veces pagamos con los que mas nos quieren un simple mal día llegando a ofenderlos… pero ¿por qué no nos damos cuenta? Por eso yo te digo ahora: VALORALO, valora todo lo que tienes, y si puedes mejóralo. Muchos hablan de la vida y no tienen ni idea, la vida no hace mas que darle palos nada mas verlos ahí fuera. Somos muchos los que dudan pero pocas las respuestas. Y muchos lo dejan todo, dando la vida por muerta. Eso es la falta de esperanza, lo mejor es luchar por tus ideales y tus sueños para verlos cumplidos, luchar hasta el final.